¿Y el Mandela mexicano?
¿Y el Mandela mexicano? Miguel Carbonell. Director del Centro de Estudios Jurídicos Carbonell AC. Es difícil de imaginar que un hombre que pasó 27 años de su vida encerrado en una cárcel se haya convertido en un signo de esperanza mundial y en el político más admirado de nuestro tiempo. Nelson Mandela supo ser generoso. Lo fue antes de pasar ese largo encierro en la cárcel de Robben Island, en condiciones durísimas. Lo fue todavía más, una vez que recobró la libertad y se hizo con el poder en Sudáfrica. No fue vengativo. No dispuso del aparato del Estado para reprimir a sus carceleros o a quienes habían tratado como esclavos a los de su raza. Por el contrario, supo conciliar a una nación que presentaba enormes heridas históricas. Sudáfrica, luego del ominoso régimen del apartheid, no apostó tampoco al olvido Organizó una comisión de la verdad y la reconciliación, encabeza por Desmond Tutu, que ha sido un ejemplo citado a nivel mundial sobre lo que puede signifi