6 formas de desacreditar a un "testigo experto".
Seis formas de desacreditar a un “testigo experto”.
Miguel Carbonell.
Es común que en los juicios los abogados citen a testigos
oculares de los hechos que se están discutiendo. Pero es menos frecuente que
lleven ante el juez a “testigos expertos”, también llamados peritos, para que
expongan la forma en la que llegaron a determinadas conclusiones recogidas en
su dictamen pericial.
Sin embargo, con la llegada de los juicios orales y la
sofisticación técnica de muchas ramas del derecho, la presencia de los peritos
será cada vez más frecuente en la sala de audiencias. Por eso los abogados
deben estar preparados para saber de qué manera pueden impugnar el testimonio
de un perito. El hecho de que una persona sea especialista en determinado campo
del saber no lo convierte en alguien infalible, ni su conocimiento experto
significa que la forma en que expresa sus conocimientos esté blindada frente a
posibles impugnaciones.
¿Cómo puede el abogado impugnar o restar credibilidad a lo
que afirme un “testigo experto” dentro del juicio? Les propongo las siguientes
tácticas argumentativas, las cuales resultarán o no aplicables en función de
las características del caso concreto:
1) Puede ser que las “credenciales académicas” del perito
sean deficientes (por ejemplo porque las haya obtenido de una institución
académica poco acreditada o a través de cursos sin reconocimiento de validez
oficial).
2) Hay que cerciorarse si el campo de conocimiento del
perito tiene exacta conexión con el tema sobre el que ha rendido el dictamen
pericial. En caso contrario dicho dictamen carecerá de validez por ser materia
de un campo ajeno al conocimiento especializado del perito.
3) Hay que verificar las pruebas y los procedimientos llevados
a cabo, ya que puede haber otras metodologías que sean más modernas, más
precisas o permitan llegar a conclusiones más creíbles.
4) Debemos constatar si el perito trabajó con la información
completa que se requiere para emitir un determinado dictamen. La información
incompleta puede producir un dictamen equivocado o sesgado.
5) Hay que considerar el tiempo del que dispuso el perito
para hacer su trabajo. Determinadas metodologías científicas no pueden ser
abreviadas desde el punto de vista temporal, de modo que si el dictamen fue
rendido en un lapso más breve del que está establecido, es del todo posible que
no haya respetado el procedimiento científicamente válido para ofrecer
conclusiones confiables en determinado campo del conocimiento.
6) Puede ser que el perito haya hecho afirmaciones o llegado
a conclusiones que sean inconsistentes o de plano contrarias a lo que ha dicho
con anterioridad, ya sea en otros juicios o en sus trabajos académicos. Ese
puede ser un flanco de ataque, para demostrar su poca consistencia científica o
su alineamiento con los intereses de la contraparte. Debemos estar preparados
para demostrarle al juez tales contradicciones, lo que supone que antes de la
audiencia hicimos una exhaustiva investigación sobre el perito y sobre sus dictámenes.
Las anteriores son simplemente algunas sugerencias para
discutir en serio los postulados científicos que se introducen en el juicio por
medio de los llamados “testigos expertos”. Obviamente, en este punto lo ideal
es que los abogados tengan algún conocimiento –aunque sea básico- de los
procedimientos científicos que se siguen para la realización de determinados
peritajes, pues de esa forma les será más fácil cuestionar al testigo experto o
defenderlo en caso de que la prueba pericial haya sido ofrecida por el propio
abogado.
En todo caso, lo que nos debe quedar claro es que la ciencia
cada vez estará más presente en las salas de audiencias, de modo que no podemos
como abogados quedarnos ajenos a esas discusiones. Es parte de nuestro trabajo
estar preparados para cuestionar a los especialistas, a fin de acercarnos a
testimonios científicos sólidamente construidos y, en esa virtud, creíbles para
el juzgador.
Las anteriores consideraciones estás más desarrolladas en el libro Carbonell, Miguel, "Cartas a un joven abogado", Centro de Estudios Carbonell, México, 2016.
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